LA IMAGEN
San Jorge matando al
dragón, de Paulo Ucello. La imagen de una composición puede ser, a veces,
una interpretación de la realidad.
Una imagen es la
representación gráfica o espacial de algún elemento de la realidad objetiva, o
bien de conceptos abstractos, como ideas y sentimientos. En el arte, la imagen
es el medio de expresión que utiliza el lenguaje plástico-visual para transmitir
el mensaje.
Para que las
imágenes sean interpretadas de forma adecuada es necesario tener en cuenta que
no se tratan de la realidad misma, sino de una representación de ésta. Las
imágenes se presentan de modos muy diversos y pueden ser realistas, abstractas,
esquemáticas o deformadas, entre otras diversas apariencias. La elección de un
modo u otro condicionará en gran medida la expresividad de la imagen: su
efectividad a la hora de comunicar un mensaje, que tiene mucho que ver con la
precisión con la que la imagen emula la realidad. Se puede establecer una
clasificación de la relación imagen-realidad, yendo de mayor a menor proximidad
entre ambas:
Imitación. Cuando existe una correspondencia directa e inequívoca entre
la imagen y su correspondiente en la realidad.
Evocación. La imagen no guarda una correspondencia directa con la
realidad que representa, pero ambas cuentan con cierta similitud.
Asociación
conceptual. La imagen no representa directamente un elemento
de la realidad, sino otro relacionado con éste de algún modo.
Simbolismo
arbitrario. En este tipo, no existe una relación establecida
entre la imagen y la parte de la realidad que representa sino que dicha
conexión depende del emisor (artista) o del receptor.
De esta forma, si el
pintor decide buscar una relación de imitación en su cuadro, es probable que el
receptor entienda perfectamente lo que el artista quiso hacer. Por el
contrario, las relaciones simbólicas tienden a provocar que cada receptor añada
un significado a la imagen, a veces, totalmente contrario a lo que el artista
deseó.
Por otra parte, la
fidelidad de la recepción del mensaje dependerá en gran medida de diversos
aspectos como la sensibilidad que compartan el emisor y el receptor, su
experiencia o la formación cultural de ambos. Cuando el maestro escultor talló
los relieves de la iglesia románica, elegía unas imágenes que era perfectamente
comprensibles para los espectadores; el visitante moderno, sin embargo, puede
entender el mensaje formal pero quizá no el simbólico: para él, San
Jorge matando al dragón no será más que una imagen mitológica y no un
símbolo de la Iglesia venciendo a la herejía.
Elementos básicos de
la imagen
Una vez que el
mensaje visual ha sido emitido y ha llegado al receptor, éste llevará a cabo
dos procesos diferentes pero directamente relacionados: la percepción y la
observación. Por percepción se entiende la primera sensación que una imagen
produce en el receptor: la impresión causada por las formas, los colores y el
modo en que éstos se encuentran distribuidos. A continuación se efectúa la
observación, consistente en un estudio más detallado de la imagen a fin de
dilucidar la relación que existe entre su significante y su significado.
La observación se
descompone a su vez en dos tipos muy diferentes: la analítica y la funcional.
Mediante la primera, el receptor identifica y reconoce las distintas formas que
componen la imagen. Por otro lado, sirviéndose de la observación funcional, lo
que hace el receptor es relacionar dichas formas con su función y significado.
La forma
La
catedral, escultura de Auguste Rodin.
La forma es un
elemento de gran importancia tanto en la percepción de imágenes como a la hora
de diferenciar entre la figura y el fondo. También constituyen la base del
proceso de observación analítica por lo que para comprender el lenguaje
plástico-visual es necesario estudiar las cualidades que las caracterizan:
tamaño, configuración, posición, materia, textura y acabado.
Las formas que son
familiares destacan más que aquellas que no son fácilmente identificables, como
se aprecia en este ejemplo.
Todas estas
características aportan información sobre el elemento representado y, por
tanto, facilitan la labor del receptor a la hora de interpretar el mensaje.
Así, la monumentalidad de La catedral de Auguste Rodin (1840-1917) viene
dada por el gran tamaño de las manos que forman la escultura mientras que la
técnica del collage en la pintura aportó una tridimensionalidad y cercanía al
espectador que, hasta entonces, sólo se podía conseguir mediante el uso de
técnicas como la perspectiva o el uso de luces y sombras. Incluso en
composiciones planas como pueden ser las pictóricas, la aplicación de texturas
distintas a las que el receptor podría esperar dotan de nuevos significados a
las imágenes o recalcan con más fuerza la idea principal (como por ejemplo
ocurre en numerosos cuadros de René Magritte , 1898-1967).
La figura y el fondo
Uno de los puntos en
común que los humanos comparten cuando se enfrentan a una imagen es que, entre
las diferentes formas que la componen, se percibe antes la que más se diferencia
de las demás por su tamaño, color o posición; es decir, por sus características
intrínsecas. Basándose en esto, se conoce como figura a la forma que más capta
la atención del espectador, pasando el resto de formas a quedar incluidas en lo
que se considera como el fondo.
La arquitectura hace
uso de los principios de proximidad, semejanza y continuidad para dotar de
equilibrio a las fachadas de los edificios.
Existen diferentes
reglas generales relacionadas con la figura y el fondo, todas ellas de gran
importancia a la hora de componer una imagen. Por ejemplo, la figura y el fondo
no se pueden apreciar simultáneamente; la atención siempre se centra en uno o
en otro. Además, cuando una luz intensa ilumina una de las formas que componen
una imagen, la hace destacar, la separa del resto y, en definitiva, la
convierte en figura. Por otro lado, entre varias formas diferentes, se percibe
más fácil y rápidamente aquélla cuya configuración sea más simple, como por
ejemplo un círculo o un cuadrado, o aquellas que resultan más familiares para
el receptor. Una imagen que represente algo reconocible, próximo a la
experiencia personal, se percibe antes que, por ejemplo, una forma abstracta.
Efectos visuales
Ya se han mencionado
algunas de las reglas que ayudan al ser humano a percibir una imagen, apreciar
sus formas y diferenciar entre figuras y fondo. Sin embargo, cuando las
imágenes son empleadas para la comunicación de mensajes, a menudo hay que
recurrir a una serie de trucos que potencien aún más la percepción y, por
tanto, la adecuada comunicación del mensaje visual. Algunos de estos trucos,
conocidos como efectos visuales, son la proximidad, la semejanza y la
continuidad. Con la primera de ellas, las formas que se encuentran más próximas
entre sí, se visualizan juntas y como parte de una misma figura. Algo parecido
ocurre cuando dos formas distintas guardan cierta semejanza entre ellas.
Finalmente, gracias a la continuidad, las formas que se orientan en la misma
dirección se perciben también como una misma figura.
La
invasión de las imágenes
¿Te has parado a pensar alguna vez en la gran cantidad y variedad de
imágenes que vemos todos los días? Están en todas partes: en nuestra casa, en
la calle, en los periódicos y revistas, en el colegio, en las tiendas, hasta en
los teléfonos. Una de las razones de esta presencia tan abundante es
que recientemente se han inventado y desarrollado muchas técnicas e
instrumentos para realizar y transmitir imágenes. Desde la
Prehistoria se pinta y se dibuja, pero solo en los dos últimos siglos se han
inventado la fotografía, el cine, la televisión, el video, la fotocopiadora, el
fax, el ordenador, el CD, el DVD, etc. Otra razón es que, en la
actualidad, las imágenes se usan para muchas cosas, han alcanzado una gran
importancia como medios de expresión y de comunicación.
¿Para
qué sirven las imágenes?
Las imágenes sirven para informar
Ya sabemos que con imágenes podemos contar lo que hemos hecho en
vacaciones. También los periódicos, las revistas y los programas informativos
de televisión nos cuentan las noticias con imágenes. Las señales de tráfico
informan de cómo debe circularse; los planos, de la situación de las calles en
una ciudad; los mapas, de la localización de ciudades y pueblos en un país. Con
los carteles, se avisa de la celebración de todo tipo de actos y
acontecimientos.
Las
imágenes sirven para distinguir y reconocer
Con las banderas y los escudos, se reconocía la nacionalidad de los barcos
en alta mar, o a los compañeros de armas y a los enemigos en plena batalla. En
la Antigüedad, los comerciantes griegos y romanos colgaban de un clavo o de un
palo, encima de las puertas de sus tiendas, una muestra del producto que
vendían. En la Edad Media, se ponía una imagen de los productos, pintada y
recortada en una gran chapa de hierro. Y los artesanos de la época tenían una
enseña para diferenciar a los de cada oficio.
En la actualidad, los comercios de nuestras ciudades compiten con sus
escaparates y letreros para distinguir-se de los demás, llamar nuestra atención
y que se reconozcan con rapidez. Y muchas empresas y organismos disponen de una
imagen de formas sencillas y colores llamativos que ponen en sus productos para
que podamos reconocerlos y distinguirlos con facilidad entre los demás. Estas
imágenes se llaman logotipos y son la firma o marca de identidad de una
empresa.
Las imágenes sirven para comunicar y vender
La publicidad pretende comunicar como es un producto y, sobre todo,
presentarlo de la manera más agradable e interesante para que se venda lo mejor
posible.
Pero te has fijado en que, en la mayoría de los anuncios publicitarios, la
imagen tiene un tamaño mayor que el texto. Incluso no es difícil encontrar
anuncios casi sin palabras. Eso quiere decir que los publicistas saben que las
imágenes influyen bastante en nuestras decisiones para comprar o no y sobre lo
que compramos.
Las imágenes sirven para aprender y conocer
Los libros de texto que utilizas están llenos de imágenes (fotografías,
gráficos, ilustraciones, etc.), los de tus padres no tenían tantas y, en los de
tus abuelos, casi no existían. Las imágenes ayudan a explicar y a entender
algunas cosas con más facilidad y rapidez que las palabras.
Además, gracias a las imágenes vemos acontecimientos como la llegada del
ser humano a la Luna, o sabemos cómo son y cómo viven los animales salvajes, o
personas muy alejadas de nosotros.
Y gracias a las imágenes que conservamos del pasado (dibujos, grabados,
pinturas, fotografías, artesanía, arquitectura) podemos conocer también como
era la vida en épocas anteriores a la nuestra.
Las imágenes sirven para entretenernos y divertirnos
Las imágenes son también, y cada vez más, un medio de ocupar el tiempo de
ocio, un medio de entretenimiento y de diversión: comics, películas de cine o
de dibujos animados, videojuegos, etc. Coleccionar imágenes también nos puede
hacer pasar buenos ratos: sellos, cromos, postales, carteles, fotografías,
artesanía, maquetas...; o ver la televisión, ya que la mayoría de los programas
(salvo los informativos) son de entretenimiento.
En algunas celebraciones populares, las imágenes tienen un papel esencial,
como las máscaras y los disfraces en Carnaval; los gigantes y
cabezudos en muchas fiestas tradicionales.
Las imágenes sirven para expresarte y disfrutar
Con las imágenes, los artistas, publicistas, diseñadores, etc., expresan
ideas, sentimientos, conceptos... Lo mismo te ocurre a ti cuando, por ejemplo,
en vacaciones has hecho una fotografía de un lugar o un momento que te gusto
especialmente; con esta imagen, expresaras la alegría de una reunión de amigos
o la belleza del lugar que visitaste. Luego podrás enmarcarla y colgarla en una
pared, o ponerla sobre un mueble. La agradable sensación que produce mirarla se
repetirá cuando quieras.
Con esta misma intención ponemos en nuestras casas cuadros, carteles,
ilustraciones, esculturas, objetos de artesanía, etc. También en los espacios
públicos o abiertos se colocan imágenes con la única intención de poder
admirarlas y contemplarlas.
De cualquier imagen, sea cual sea su función, podemos decir si nos gusta o
no; podemos disfrutar con su contemplación. Puede atraer-nos por sus trazos,
por su colorido o por sus formas, por la expresión de una cara o de una figura,
o por los materiales con los que está realizada.
FINALIDAD
DE LAS IMAGENES
Se puede establecer una clasificación básica que ordena las imágenes según
su finalidad sea informativa, exhortativa, recreativa o estética.
Finalidad informativa
Las imágenes son un medio idóneo para informar de manera clara y directa.
Las imágenes informativas tratan de identificar a personas o grupos; indicar
acciones, direcciones o espacios; describir hechos o situaciones, o comunicar
noticias.
Las imágenes identificativas expresan o simbolizan la filosofía de una
empresa, o de un particular con la finalidad de ser reconocidos y distinguidos
de otros. Por ejemplo, los logotipos, las marcas y las imágenes de banderas.
Las imágenes indicativas pretenden mostrar algo a través de signos o
señales. Por ejemplo, los pictogramas que nos indican direcciones para seguir,
o espacios concretos.
Las imágenes descriptivas definen lugares, o figuras, explicando sus
distintas partes o cualidades, generalmente mediante un diseño simplificado.
Los dibujos científicos de formas naturales, los diseños de edificios u
objetos, los esquemas y mapas son imágenes descriptivas.
Las imágenes noticia son imágenes de prensa que acompañan a los textos
informativos y a los carteles anunciadores de eventos como el que ves en la
fotografía
Finalidad exhortativa
Este grupo de imágenes trata de convencer al receptor para que haga lo que
propone el mensaje. Se utilizan fundamentalmente en el campo de la publicidad,
que debe mantener el interés de los consumido-res por un producto durante
largos periodos de tiempo.
Finalidades recreativa y estética
Las imágenes recreativas tienen como principal objetivo entretener, y las
imágenes estéticas despertar la admiración y la capacidad de disfrutar con la
belleza.
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