viernes, 3 de abril de 2020

La importancia de la imagen y el arte en el mundo actual

LAI. Ma. Del Pilar Salado Dorantes
 Otro mundo es posible?
 La importancia de la imagen y el arte en el mundo actual

 En el presente ensayo se hace una reflexión sobre la importancia de las imágenes en nuestra sociedad. La imagen ha cobrado vital importancia en nuestros días; sin embargo, poco analizamos la importancia que ha cobrado actualmente, ¿qué influencias tiene?¿ y cual es el nuevo rol del diseñador, del artista, del creador de imágenes? Por mucho tiempo la imagen ha servido en todos los momentos como manera de inmortalizar el momento, de hacer visible la historia de cada uno o de la masa a través de la pintura, la fotografía entre otros medios visuales. Esa es la primera intencionalidad de la imagen, recordar y justificar el momento. Pero en muchas ocasiones gracias al segundo obturador tras el que las imágenes son manipuladas o reinterpretadas se traspasa la barrera de lo real o historizable. Aquí podemos hacer alusión a van Dijck que alude al concepto de recuerdo autobiográfico como “una mezcla de memoria y deseo”i Ahora recuerdo que en mi niñez (años 80´s) la imagen la captábamos por medio de un libro, de una historieta y lo más que teníamos en digital era el cine, al que se acudía esporádicamente. Por tanto el consumir una imagen era palpar las hojas de papel y nos mostraban el mundo real a través de momentos inmortales como menciona Alejandra Bueno, ya si queríamos tener imagen de fantasía lo hacíamos a través de un cómic e historietas. Sin embargo eran historietas que mostraban a la familia mexicana como Familia Burrón o bien de sarcasmo como Mafalda en las que no se quedaban en la imagen por la imagen sino que nos llevaba a una segunda intención reflexiva y/o crítica. Fue a fines de los años 80´s y 90´s que a nivel educativo fue una revolución el uso de la computadora y los medios sociales e históricamente se abre el tratado de libre comercio en 1994 el cual nos integra a la globalización y con ello nos hemos ido integrando a un mundo de consumo. A partir de este momento nos ha llevado a una sociedad de consumo, en donde: las imágenes que encontramos en la red en su aspecto formal también se ha fraccionado, la imagen es encuadre, es pastiche, es representación maquillada, es simulacro, es juego. La semiótica no basta para su estudio, la semántica y la hermenéutica nos ayudaran como complemento para su interpretación. Los mercados sectoriales han venido transformándose, ya no se clasifican como antes, el comportamiento del consumidor posmoderno tiene que ver a los procesos de producción que operan en la globalización y a los cambios tecnológicos consecuencia de la misma. Es por ello, que en la red todos estos aspectos son los que marcan o explican cómo es, cómo funciona, se lee, se escucha, se fracciona, se transforma, se produce, se transfiere, se comercializa, se conozca la imagen en la posmodernidad.(9) Pero no sólo es la imagen que se transforma sino que el individuo también ha tenido consecuencias por este fenómeno de la globalización por el uso de las nuevas tecnologías las formas de relación con las redes sociales. De igual forma, en que el yo se ha saturado, colonizado o fragmentado, las formas de producir también? Es decir, como generadores de información visual, hemos de ajustarnos a los nuevos parámetros de socialidad y por ende a la multifrenia. (Zamorano; 9) Creo que ante esta nueva postura del individuo fragmentado, multifrénico nos tenemos que cuestionar hacia donde nos lleva el sistema global y el mundo capitalista. Como menciona Jetsunma Tenzin Palmo monja budista en su discursoii el individuo en el mundo capitalista es como un niño con burbujas; el individuo va tras ello que ve hermoso, el brillo de la burbuja, los colores reflejados, la imagen lo atrapa por su belleza corre tras ella y en el momento que la tiene la posee la burbuja revienta y no encuentra nada en su interior así que va por la siguiente. Así es nuestro comportamiento en un mundo capitalista, el exceso de consumo de imágenes de información y de objetos, el ser queda a un lado y sólo importa el objeto como novedad; por tanto, tanto adultos como niños siempre hay la insatisfacción porque se mantienen en un estado de capricho e insatisfacción y frustración. Lo que nombramos Ruido Blanco, en palabras de los autores del texto, los profesores David Cortés y Pedro Morales Elipe nos habla de la saturación informativa que inunda las mentes de los ciudadanos de nuestra contemporaneidad en una sociedad red que parece dejar sin resquicio nuestras posibilidades de pensar un futuro que pudiese conducirnos lejos del déjà vu que nos circunda y que nos embota.iii Por tanto nos queda como artistas y ciudadanos alzar la voz ante el modelo capitalista salvaje en el cual estamos viviendo. Es por ello la importancia de los colectivos, la asociaciones de artistas sociólogos, arquitectos antropólogos, economistas, medioambientalistas en donde dejemos a un lado la individualidad y convoquemos participaciones y asociaciones en un mundo interdisciplinar estableciendo redes de reflexión y estructuración para poder tener un impacto importante en nuestra sociedad.

LA IMAGEN EN LA PINTURA


LA IMAGEN

SAN JORGE. La Leyenda: El bien sobre el mal. Historia
San Jorge matando al dragón, de Paulo Ucello. La imagen de una composición puede ser, a veces, una interpretación de la realidad.
Una imagen es la representación gráfica o espacial de algún elemento de la realidad objetiva, o bien de conceptos abstractos, como ideas y sentimientos. En el arte, la imagen es el medio de expresión que utiliza el lenguaje plástico-visual para transmitir el mensaje.
Para que las imágenes sean interpretadas de forma adecuada es necesario tener en cuenta que no se tratan de la realidad misma, sino de una representación de ésta. Las imágenes se presentan de modos muy diversos y pueden ser realistas, abstractas, esquemáticas o deformadas, entre otras diversas apariencias. La elección de un modo u otro condicionará en gran medida la expresividad de la imagen: su efectividad a la hora de comunicar un mensaje, que tiene mucho que ver con la precisión con la que la imagen emula la realidad. Se puede establecer una clasificación de la relación imagen-realidad, yendo de mayor a menor proximidad entre ambas:
Imitación. Cuando existe una correspondencia directa e inequívoca entre la imagen y su correspondiente en la realidad.
Evocación. La imagen no guarda una correspondencia directa con la realidad que representa, pero ambas cuentan con cierta similitud.
Asociación conceptual. La imagen no representa directamente un elemento de la realidad, sino otro relacionado con éste de algún modo.
Simbolismo arbitrario. En este tipo, no existe una relación establecida entre la imagen y la parte de la realidad que representa sino que dicha conexión depende del emisor (artista) o del receptor.
De esta forma, si el pintor decide buscar una relación de imitación en su cuadro, es probable que el receptor entienda perfectamente lo que el artista quiso hacer. Por el contrario, las relaciones simbólicas tienden a provocar que cada receptor añada un significado a la imagen, a veces, totalmente contrario a lo que el artista deseó.
Por otra parte, la fidelidad de la recepción del mensaje dependerá en gran medida de diversos aspectos como la sensibilidad que compartan el emisor y el receptor, su experiencia o la formación cultural de ambos. Cuando el maestro escultor talló los relieves de la iglesia románica, elegía unas imágenes que era perfectamente comprensibles para los espectadores; el visitante moderno, sin embargo, puede entender el mensaje formal pero quizá no el simbólico: para él, San Jorge matando al dragón no será más que una imagen mitológica y no un símbolo de la Iglesia venciendo a la herejía.

Elementos básicos de la imagen

Una vez que el mensaje visual ha sido emitido y ha llegado al receptor, éste llevará a cabo dos procesos diferentes pero directamente relacionados: la percepción y la observación. Por percepción se entiende la primera sensación que una imagen produce en el receptor: la impresión causada por las formas, los colores y el modo en que éstos se encuentran distribuidos. A continuación se efectúa la observación, consistente en un estudio más detallado de la imagen a fin de dilucidar la relación que existe entre su significante y su significado.
La observación se descompone a su vez en dos tipos muy diferentes: la analítica y la funcional. Mediante la primera, el receptor identifica y reconoce las distintas formas que componen la imagen. Por otro lado, sirviéndose de la observación funcional, lo que hace el receptor es relacionar dichas formas con su función y significado.

La forma

La Catedral / Manos - Escultura 17 cm - Replica de una obra de ...
La catedral, escultura de Auguste Rodin.
La forma es un elemento de gran importancia tanto en la percepción de imágenes como a la hora de diferenciar entre la figura y el fondo. También constituyen la base del proceso de observación analítica por lo que para comprender el lenguaje plástico-visual es necesario estudiar las cualidades que las caracterizan: tamaño, configuración, posición, materia, textura y acabado.
Фотография | Pinturas con texturas, Lecciones de arte, Cuadros con ...
Las formas que son familiares destacan más que aquellas que no son fácilmente identificables, como se aprecia en este ejemplo.
Todas estas características aportan información sobre el elemento representado y, por tanto, facilitan la labor del receptor a la hora de interpretar el mensaje. Así, la monumentalidad de La catedral de Auguste Rodin (1840-1917) viene dada por el gran tamaño de las manos que forman la escultura mientras que la técnica del collage en la pintura aportó una tridimensionalidad y cercanía al espectador que, hasta entonces, sólo se podía conseguir mediante el uso de técnicas como la perspectiva o el uso de luces y sombras. Incluso en composiciones planas como pueden ser las pictóricas, la aplicación de texturas distintas a las que el receptor podría esperar dotan de nuevos significados a las imágenes o recalcan con más fuerza la idea principal (como por ejemplo ocurre en numerosos cuadros de René Magritte , 1898-1967).

La figura y el fondo

Uno de los puntos en común que los humanos comparten cuando se enfrentan a una imagen es que, entre las diferentes formas que la componen, se percibe antes la que más se diferencia de las demás por su tamaño, color o posición; es decir, por sus características intrínsecas. Basándose en esto, se conoce como figura a la forma que más capta la atención del espectador, pasando el resto de formas a quedar incluidas en lo que se considera como el fondo.
Edificios inteligentes: infraestructura en el blanco de los ...
La arquitectura hace uso de los principios de proximidad, semejanza y continuidad para dotar de equilibrio a las fachadas de los edificios.
Existen diferentes reglas generales relacionadas con la figura y el fondo, todas ellas de gran importancia a la hora de componer una imagen. Por ejemplo, la figura y el fondo no se pueden apreciar simultáneamente; la atención siempre se centra en uno o en otro. Además, cuando una luz intensa ilumina una de las formas que componen una imagen, la hace destacar, la separa del resto y, en definitiva, la convierte en figura. Por otro lado, entre varias formas diferentes, se percibe más fácil y rápidamente aquélla cuya configuración sea más simple, como por ejemplo un círculo o un cuadrado, o aquellas que resultan más familiares para el receptor. Una imagen que represente algo reconocible, próximo a la experiencia personal, se percibe antes que, por ejemplo, una forma abstracta.

Efectos visuales

Ya se han mencionado algunas de las reglas que ayudan al ser humano a percibir una imagen, apreciar sus formas y diferenciar entre figuras y fondo. Sin embargo, cuando las imágenes son empleadas para la comunicación de mensajes, a menudo hay que recurrir a una serie de trucos que potencien aún más la percepción y, por tanto, la adecuada comunicación del mensaje visual. Algunos de estos trucos, conocidos como efectos visuales, son la proximidad, la semejanza y la continuidad. Con la primera de ellas, las formas que se encuentran más próximas entre sí, se visualizan juntas y como parte de una misma figura. Algo parecido ocurre cuando dos formas distintas guardan cierta semejanza entre ellas. Finalmente, gracias a la continuidad, las formas que se orientan en la misma dirección se perciben también como una misma figura.
La invasión de las imágenes
¿Te has parado a pensar alguna vez en la gran cantidad y variedad de imágenes que vemos todos los días? Están en todas partes: en nuestra casa, en la calle, en los periódicos y revistas, en el colegio, en las tiendas, hasta en los teléfonos.  Una de las razones de esta presencia tan abundante es que recientemente se han inventado y desarrollado muchas técnicas e instrumentos para realizar y transmitir imágenes.  Desde la Prehistoria se pinta y se dibuja, pero solo en los dos últimos siglos se han inventado la fotografía, el cine, la televisión, el video, la fotocopiadora, el fax, el ordenador, el CD, el DVD, etc.  Otra razón es que, en la actualidad, las imágenes se usan para muchas cosas, han alcanzado una gran importancia como medios de expresión y de comunicación.

¿Para qué sirven las imágenes?
Las imágenes sirven para informar
Ya sabemos que con imágenes podemos contar lo que hemos hecho en vacaciones. También los periódicos, las revistas y los programas informativos de televisión nos cuentan las noticias con imágenes. Las señales de tráfico informan de cómo debe circularse; los planos, de la situación de las calles en una ciudad; los mapas, de la localización de ciudades y pueblos en un país. Con los carteles, se avisa de la celebración de todo tipo de actos y acontecimientos.
Las imágenes sirven para distinguir y reconocer
Con las banderas y los escudos, se reconocía la nacionalidad de los barcos en alta mar, o a los compañeros de armas y a los enemigos en plena batalla. En la Antigüedad, los comerciantes griegos y romanos colgaban de un clavo o de un palo, encima de las puertas de sus tiendas, una muestra del producto que vendían. En la Edad Media, se ponía una imagen de los productos, pintada y recortada en una gran chapa de hierro. Y los artesanos de la época tenían una enseña para diferenciar a los de cada oficio.
En la actualidad, los comercios de nuestras ciudades compiten con sus escaparates y letreros para distinguir-se de los demás, llamar nuestra atención y que se reconozcan con rapidez. Y muchas empresas y organismos disponen de una imagen de formas sencillas y colores llamativos que ponen en sus productos para que podamos reconocerlos y distinguirlos con facilidad entre los demás. Estas imágenes se llaman logotipos y son la firma o marca de identidad de una empresa.
Las imágenes sirven para comunicar y vender
La publicidad pretende comunicar como es un producto y, sobre todo, presentarlo de la manera más agradable e interesante para que se venda lo mejor posible.
Pero te has fijado en que, en la mayoría de los anuncios publicitarios, la imagen tiene un tamaño mayor que el texto. Incluso no es difícil encontrar anuncios casi sin palabras. Eso quiere decir que los publicistas saben que las imágenes influyen bastante en nuestras decisiones para comprar o no y sobre lo que compramos.
Las imágenes sirven para aprender y conocer
Los libros de texto que utilizas están llenos de imágenes (fotografías, gráficos, ilustraciones, etc.), los de tus padres no tenían tantas y, en los de tus abuelos, casi no existían. Las imágenes ayudan a explicar y a entender algunas cosas con más facilidad y rapidez que las palabras.
Además, gracias a las imágenes vemos acontecimientos como la llegada del ser humano a la Luna, o sabemos cómo son y cómo viven los animales salvajes, o personas muy alejadas de nosotros.
Y gracias a las imágenes que conservamos del pasado (dibujos, grabados, pinturas, fotografías, artesanía, arquitectura) podemos conocer también como era la vida en épocas anteriores a la nuestra.
Las imágenes sirven para entretenernos y divertirnos
Las imágenes son también, y cada vez más, un medio de ocupar el tiempo de ocio, un medio de entretenimiento y de diversión: comics, películas de cine o de dibujos animados, videojuegos, etc. Coleccionar imágenes también nos puede hacer pasar buenos ratos: sellos, cromos, postales, carteles, fotografías, artesanía, maquetas...; o ver la televisión, ya que la mayoría de los programas (salvo los informativos) son de entretenimiento.
En algunas celebraciones populares, las imágenes tienen un papel esencial, como  las máscaras y los disfraces en Carnaval; los gigantes y cabezudos en muchas fiestas tradicionales.
Las imágenes sirven para expresarte y disfrutar
Con las imágenes, los artistas, publicistas, diseñadores, etc., expresan ideas, sentimientos, conceptos... Lo mismo te ocurre a ti cuando, por ejemplo, en vacaciones has hecho una fotografía de un lugar o un momento que te gusto especialmente; con esta imagen, expresaras la alegría de una reunión de amigos o la belleza del lugar que visitaste. Luego podrás enmarcarla y colgarla en una pared, o ponerla sobre un mueble. La agradable sensación que produce mirarla se repetirá cuando quieras.
Con esta misma intención ponemos en nuestras casas cuadros, carteles, ilustraciones, esculturas, objetos de artesanía, etc. También en los espacios públicos o abiertos se colocan imágenes con la única intención de poder admirarlas y contemplarlas.
De cualquier imagen, sea cual sea su función, podemos decir si nos gusta o no; podemos disfrutar con su contemplación. Puede atraer-nos por sus trazos, por su colorido o por sus formas, por la expresión de una cara o de una figura, o por los materiales con los que está realizada.

 FINALIDAD DE LAS IMAGENES
Se puede establecer una clasificación básica que ordena las imágenes según su finalidad sea informativa, exhortativa, recreativa o estética.
Finalidad informativa
Las imágenes son un medio idóneo para informar de manera clara y directa. Las imágenes informativas tratan de identificar a personas o grupos; indicar acciones, direcciones o espacios; describir hechos o situaciones, o comunicar noticias.
Las imágenes identificativas expresan o simbolizan la filosofía de una empresa, o de un particular con la finalidad de ser reconocidos y distinguidos de otros. Por ejemplo, los logotipos, las marcas y las imágenes de banderas.
Las imágenes indicativas pretenden mostrar algo a través de signos o señales. Por ejemplo, los pictogramas que nos indican direcciones para seguir, o espacios concretos.
Las imágenes descriptivas definen lugares, o figuras, explicando sus distintas partes o cualidades, generalmente mediante un diseño simplificado. Los dibujos científicos de formas naturales, los diseños de edificios u objetos, los esquemas y mapas son imágenes descriptivas.
Las imágenes noticia son imágenes de prensa que acompañan a los textos informativos y a los carteles anunciadores de eventos como el que ves en la fotografía
Finalidad exhortativa
Este grupo de imágenes trata de convencer al receptor para que haga lo que propone el mensaje. Se utilizan fundamentalmente en el campo de la publicidad, que debe mantener el interés de los consumido-res por un producto durante largos periodos de tiempo.
Finalidades recreativa y estética
Las imágenes recreativas tienen como principal objetivo entretener, y las imágenes estéticas despertar la admiración y la capacidad de disfrutar con la belleza.


EL ARTE


 Qué es el Arte?

 La filosofía del arte no es lo mismo que la estética, aunque cuando se hable de la primera se involucrará directamente a la segunda, y cuando sea a la inversa no necesariamente se dirija a la primera. La estética, inaugurada y bautizada por Baumgarten en 1735, es una rama o teoría que se desenvuelve del pensamiento filosófico y tiende a estudiar las cosas en cuanto a su aparecer, que entiende a su tarea central como el pensar lo que aparece en tanto que aparece. Por su lado, la filosofía del arte es de hecho más antigua y puede rastrearse en muchos grandes pensadores que no hubiéramos pensado con facilidad ya que estos consideraban a las artes como prácticas de nivel inferior con respecto al pensamiento.

Sin embargo, es justamente esa problematización lo que hizo nacer a esta especialidad de la “ciencia madre” y posteriormente distinguirse de la estética como disciplina consagrada a las formas de la sensibilidad vinculadas de manera estricta al arte; contrario a los fines de la estética, que no toma en consideración sólo al arte sino a cualquier otra operación sobre la sensibilidad o la experiencia sensible en sí. Justamente, para leer sobre arte y entender las diversas aristas que éste tiene en la vida humana, se debe partir de este entendimiento –bastante claro, a decir verdad– y entonces, ahora sí, pasar a los autores expertos que pueden hablarnos sobre la experiencia del arte.

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Platón
«Puesto que no comprendes el vuelo de mi pensamiento, es preciso tratar de explicártelo. Por la belleza de las figuras no entiendo lo que muchos imaginan, por ejemplo cuerpos hermosos, bellas pinturas, sino que entiendo por aquella, lo que es recto y circular, y las obras de este género, planas y sólidas trabajadas a torno, ¿así las hechas con regla y con escuadra concibes mi pensamiento? Porque sostengo que estas figuras no son, como las otras, bellas por comparación, sino que son siempre bellas en sí por su naturaleza: y que procuran ciertos placeres que le son propios y no tiene nada en común con los placeres producidos por los estímulos carnales. Otro tanto digo de los colores bellos, que tienen una belleza del mismo género, y de los placeres que le son afectos».



Aristóteles
«El arte debe copiar la naturaleza; debe tener a la naturaleza como única y exclusiva fuente de inspiración y modelo».

Friedrich Schiller
«El encanto de la belleza estriba en su misterio; si deshacemos la trama sutil que enlaza sus elementos, se evapora toda la esencia».

Hegel
«El arte y la religión sólo pueden existir en este terreno, es decir, en el Estado».

José Ortega y Gasset
«La belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora».

Gaston Bachelard
«Estamos en el siglo de la imagen. Para bien o para mal, sufriremos más que nunca la acción de la imagen».

Gilbert Lascault
Uno de los personajes clave en la década de los 60 para la enunciación primigenia del arte contemporáneo; su trabajo ha sido retomado una y otra vez por los expertos para tratar los temas centrales de la práctica artística occidental, sus diversos soportes y sus múltiples conexiones con la política, la violencia o el mercado.

Arthur Danto
«Desde el principio lo que despertó mi interés por la Caja Brillo no sólo fue qué la convertía en arte, sino cómo era posible que, siendo una obra de arte, los objetos exactamente iguales a ella, esto es el conjunto de envases diseñados para contener esponjas Brillo, no lo fueran».

«Llevar la realidad al arte, cuando en un principio la realidad era aquello que el arte debía representar, cambió la forma de entender el arte».

Yves Michaud
«El museo, en la forma según la cual fue la referencia de la estética y de la historia del arte, ya no existe. La institución museística se ha dispersado y se ha difuminado. El museo de las obras maestras ha desaparecido o, mejor dicho, en realidad los museos están pletóricos de obras maestras. Las catedrales de la creación se han multiplicado hasta tal punto que ya no pueden pretender alojar los tesoros únicos del arte. El museo se mantiene como un lugar de culto, pero lo hace en el mismo sentido en el que las catedrales también lo son: el recuerdo de lo antiguo atrae a muchedumbres de turistas, y ya no a creyentes».

Bartomeau Marí Ribas
Lleno de escándalos de tinte más burocrático que académico, este filósofo contemporáneo ha dirigido por varios años el MACBA en Barcelona, museo pionero en el mundo en tanto institución que alberga y vincula a la población con las nuevas disciplinas, las experimentaciones de la época y las discusiones que ambas generan. Además de sus aportaciones discursivas, su labor se distingue como la de un dirigente que involucra a la reflexión con el funcionamiento fáctico del sistema.

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A partir de las frases anteriores y retomándolas hacia distintas obras, especialmente aquellas que pertenecieron al contexto histórico en que estos autores desempeñaron su profesión humanista, podemos ser capaces de advertir lo que es el arte y cómo funciona éste desde las trincheras filosóficas. Por ejemplo, en Platón y Aristóteles cabe rescatar a esas artesanías que todavía no se separaban del llamado "gran arte" y carecían de prestigio ante la población; incluso sería pertinente pensar a la escultura y problematizar su carácter arquitectónico mas no como lo que vemos hoy. Después, desde Hegel hasta la filosofía un tanto más analítica de Arthur Danto, resaltan las ideas en torno a una belleza artificial que sobrepasa a cualquiera natural y su entonces capacidad de reconocimiento/indiscernibilidad llegada la segunda mitad del siglo XX. Así, finalmente, para estudiar con Michaud y Marí los papeles del entretenimiento, los cruces interdisciplinarios y los conflictos contemporáneos alrededor de las prácticas actuales.
. Hablar sobre crítica de arte es tan difícil como hacerla. Quizá más. Todos hemos mencionado o admirado en algún momento la labor crítica de algún autor o pensador, por lo menos aquellos que nos interesamos en el arte y sus procesos; sin embargo, pocas veces se ha entendido con exactitud sus funciones o pensado en su verdadero alcance. De hecho, la mayor de las ocasiones se ha confundido su relevancia o perdido de vista su empleo aceptando, entonces, a cualquier columna como si fuera la mayor de las críticas posibles. Cierto es que, como habíamos dicho, este tipo de textos que giran en torno al mundo del arte se han caracterizado por una identidad dudosa o una acción nublada en los últimos años, cambiando sus estructuras y finalidades con base en los cambios mismos de las prácticas artísticas y, así, resultando en juicios difíciles de identificar e incluso complicados de seguir. Por lo tanto, vale preguntar qué es lo que se dice cuando hablamos de crítica de arte y para qué lo decimos en todo sentido.

“Los historiadores enseñan y construyen memoria histórica, pero ¿y los críticos?”.



Podemos, en un primer intento, observar que la crítica es, más allá de la emisión univocista de un juicio, un ensayo que pretende generar una comprensión más compleja sobre lo que se presenta en las producciones, instituciones y nombres del arte. Esto, claro está, siendo atentos a las transformaciones que el arte ha experimentado desde los años 80; al respecto, podemos revisar la opinión de Benjamin Buchloh –importante crítico internacional y catedrático en Harvard–, quien acertadamente admite que finalizadas las décadas de los 60 y 70, las reglas del mercado comenzaron una determinación en las artes de la que no se ha podido escapar y que ha sobrepasado el impacto de la crítica misma.
De acuerdo a la opinión del experto, en conjunto con el parecer de James Elkins –historiador y crítico–, la crítica ha perdido totalmente su función; en contraposición, los historiadores enseñan y construyen memoria histórica, pero ¿y los críticos? Ellos están envueltos en el mercado más que nunca, pero no tienen influencia en él, nadie sabe cómo enseñar crítica, su relevancia es sombría, hay críticas que no critican nada y es una práctica que se realiza en todo el mundo, pero casi nadie la lee. Entonces, ¿para qué y desde dónde la crítica?



Pareciendo una torre de Babel que no sabe de subidas o bajadas, a ello le podemos sumar una sociedad que se ha hecho más letrada en esto o quizá no, pero gusta de emitir sus propios juicios basándose en sus experiencias como espectador, y la figura de un especialista se ha difuminado. Por ningún lado podríamos decir que esto es malo, pero sí en ciertos casos contraproducentes, sobre todo cuando la decisión de importancia en un objeto recae en el marketing. La crítica, por más caduca que parezca, no es simplemente escribir, es notar y obviar lo que sucede a nuestro alrededor.





Así, atendiendo a urgencias del mismo mundo del arte y considerando importante la opinión de algún diestro, en un intento por conservar estructuras de diálogo y referencia para el seguimiento de prácticas que son y deben ser tanto desestabilizadas como experimentadas, aún contamos con determinadas personalidades de la crítica para incrementar nuestro entendimiento en torno a la producción artística, el momento histórico que nos atraviesa y los organismos que la regulan (o no).




Si acaso nos ha llegado a seducir la idea de que la crítica está muerta, es porque no prestamos atención a las condiciones de producción en el arte, sus legitimaciones, la falta de proyectos políticos claros y las múltiples imposiciones de ideas, nulificando debates. Y eso, a final de cuentas, es por no leer crítica
RAZONES POR LAS QUE VER ARTE CONTEMPORANEO TODAVÍA  NOS CUESTA TRABAJO.
Ya no hablemos en términos de entendimiento, sino de apreciación y vivencia con respecto al arte contemporáneo; el público no se prepara para experimentarlo ni presta un poco de su disposición para un primer contacto. Todos los días vemos correr publicaciones en Facebook o demás redes sociales que arrojan una gran cantidad de aseveraciones superfluas y mofas torpes como un mecanismo de defensa bastante peculiar, aunque de fácil quiebre. Es más fácil para el público levantar un muro de burlas y dudas ante aquello que no entiende que abrir los ojos prestando atención
En la imaginación pública y en el grueso de las instituciones culturales del mundo, se tiene la idea de que el arte contemporáneo comenzó con los procesos de los años 60 y 70, uniendo con simpleza formas, historias, artistas y medios que de hecho no tienen por qué relacionarse. En uno de los puntos más dolorosos, se sigue pensando que el arte de nuestra era, esa práctica que clama por un aquí y un ahora extremos, es equiparable al arte conceptual o encuentra otra de sus menciones en el llamado “abstraccionismo”. Términos que han caído en la vaguedad por falta de vinculación a los nuevos medios.



Se piensa constantemente que el arte contemporáneo es elitista y críptico, cuando en realidad es una cultura comercial de masas cuyas ramificaciones sociales son mucho más amplias de lo que solemos esperar. Lo que pasa es que, al momento de acercarse al arte, el público en general espera una significación similar a la que existía en el siglo XIX y eso simplemente no va a suceder; la contemporaneidad del arte es un campo de prácticas que dan oportunidad de expresión a lo que en otros ámbitos o circunstancias no sería escuchado, investigado, criticado o vivido.

Para aproximarse al arte contemporáneo, como a cualquier otro campo cultural, se requiere de una posición flexible, crítica, abierta, sin predisposiciones y sin la intención de que alguien marque los parámetros para su entendimiento. En consecuencia, si sigue costando trabajo ver y sentir este tipo de arte es porque no se logran superar los siguientes obstáculos:

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Se cree, muy a la Avelina Lésper, que las artes actuales pertenecen a la burguesía, a un sistema in y que los principales agentes de éstas son artistas VIP (términos utilizados por la escandalosa y engañosa polemista mexicana). Declaraciones infantiles y banales; como si nos quejáramos de no haber sido invitados a la fiesta de los “chicos populares”.
Suele pensarse que lo conceptual, lo abstracto y lo contemporáneo son equiparables y que todo lo producido actualmente en las artes obedece a ese macrocobijo de la idea. Más allá de ésta, la obra se cae y pierde sentido según quienes apoyan esta percepción.
Se sigue apelando a cánones de gusto, mediocridad, gran arte, talento, don, disciplina, técnica y una gran lista de términos caducos.
El espectador engloba todo lo que no comprende o reflexiona en una sola categoría (arte contemporáneo) y a partir de una obra específica, suele descalificar la creación universal de dicho ramo.
Pensar que el arte y el mercado son dos mundos completamente distintos pero que al momento de problematizarse se pueden conjugar en un único conflicto es costumbre de alguien que no concibe la idea de una práctica artística en concordancia con un sistema económico.
Se supone con demasiada frecuencia que el arte no necesitaría explicación (nunca) y entonces, las producciones contemporáneas en esa supuesta necesidad son más complejas. Una completa mentira; hay momentos en que una pintura renacentista, por ejemplo, requiere un análisis mayor en comparación a una actual.
Suele pretenderse que arte sólo hay uno: puro, inalterable, bello, riguroso, técnico, genial, etcétera.
Se tiene la idea de que todo en el mundo del arte contemporáneo se mide con los mismos estándares y valores inamovibles; entonces, todos los artistas exentan procesos de selección o criticas fuertes.


El problema es que fantasmas del siglo XVIII o XIX en compañía de las sombras vanguardistas de la modernidad no nos dejan avanzar tan rápido como esperaríamos; el público sigue esperando un diálogo en la forma cálida y habitual que se acostumbraba.