LAI. Ma. Del Pilar Salado Dorantes
Otro mundo es posible?
La importancia de la imagen y el arte en el mundo actual
En el presente ensayo se hace una reflexión sobre la importancia de las imágenes en nuestra
sociedad. La imagen ha cobrado vital importancia en nuestros días; sin embargo, poco analizamos la
importancia que ha cobrado actualmente, ¿qué influencias tiene?¿ y cual es el nuevo rol del diseñador, del
artista, del creador de imágenes?
Por mucho tiempo la imagen ha servido en todos los momentos como manera de inmortalizar el
momento, de hacer visible la historia de cada uno o de la masa a través de la pintura, la fotografía entre otros
medios visuales. Esa es la primera intencionalidad de la imagen, recordar y justificar el momento. Pero en
muchas ocasiones gracias al segundo obturador tras el que las imágenes son manipuladas o reinterpretadas
se traspasa la barrera de lo real o historizable. Aquí podemos hacer alusión a van Dijck que alude al concepto
de recuerdo autobiográfico como “una mezcla de memoria y deseo”i
Ahora recuerdo que en mi niñez (años 80´s) la imagen la captábamos por medio de un libro, de una historieta
y lo más que teníamos en digital era el cine, al que se acudía esporádicamente. Por tanto el consumir una
imagen era palpar las hojas de papel y nos mostraban el mundo real a través de momentos inmortales como
menciona Alejandra Bueno, ya si queríamos tener imagen de fantasía lo hacíamos a través de un cómic e
historietas. Sin embargo eran historietas que mostraban a la familia mexicana como Familia Burrón o bien de
sarcasmo como Mafalda en las que no se quedaban en la imagen por la imagen sino que nos llevaba a una
segunda intención reflexiva y/o crítica.
Fue a fines de los años 80´s y 90´s que a nivel educativo fue una revolución el uso de la computadora y los
medios sociales e históricamente se abre el tratado de libre comercio en 1994 el cual nos integra a la
globalización y con ello nos hemos ido integrando a un mundo de consumo. A partir de este momento nos ha
llevado a una sociedad de consumo, en donde:
las imágenes que encontramos en la red en su aspecto formal también se ha fraccionado, la imagen es
encuadre, es pastiche, es representación maquillada, es simulacro, es juego. La semiótica no basta para su
estudio, la semántica y la hermenéutica nos ayudaran como complemento para su interpretación. Los
mercados sectoriales han venido transformándose, ya no se clasifican como antes, el comportamiento del
consumidor posmoderno tiene que ver a los procesos de producción que operan en la globalización y a los
cambios tecnológicos consecuencia de la misma. Es por ello, que en la red todos estos aspectos son los que
marcan o explican cómo es, cómo funciona, se lee, se escucha, se fracciona, se transforma, se produce, se
transfiere, se comercializa, se conozca la imagen en la
posmodernidad.(9)
Pero no sólo es la imagen que se transforma sino que el individuo también ha tenido consecuencias
por este fenómeno de la globalización por el uso de las nuevas tecnologías las formas de relación con las
redes sociales. De igual forma, en que el yo se ha saturado, colonizado o fragmentado, las formas de producir
también? Es decir, como generadores de información visual, hemos de ajustarnos a los nuevos parámetros de
socialidad y por ende a la multifrenia. (Zamorano; 9)
Creo que ante esta nueva postura del individuo fragmentado, multifrénico nos tenemos que
cuestionar hacia donde nos lleva el sistema global y el mundo capitalista. Como menciona Jetsunma Tenzin
Palmo monja budista en su discursoii el individuo en el mundo capitalista es como un niño con burbujas; el
individuo va tras ello que ve hermoso, el brillo de la burbuja, los colores reflejados, la imagen lo atrapa por su
belleza corre tras ella y en el momento que la tiene la posee la burbuja revienta y no encuentra nada en su
interior así que va por la siguiente. Así es nuestro comportamiento en un mundo capitalista, el exceso de
consumo de imágenes de información y de objetos, el ser queda a un lado y sólo importa el objeto como
novedad; por tanto, tanto adultos como niños siempre hay la insatisfacción porque se mantienen en un estado
de capricho e insatisfacción y frustración.
Lo que nombramos Ruido Blanco, en palabras de los autores del texto, los profesores David Cortés y
Pedro Morales Elipe nos habla de la saturación informativa que inunda las mentes de los ciudadanos de
nuestra contemporaneidad en una sociedad red que parece dejar sin resquicio nuestras posibilidades de
pensar un futuro que pudiese conducirnos lejos del déjà vu que nos circunda y que nos embota.iii
Por tanto nos queda como artistas y ciudadanos alzar la voz ante el modelo capitalista salvaje en el
cual estamos viviendo. Es por ello la importancia de los colectivos, la asociaciones de artistas sociólogos,
arquitectos antropólogos, economistas, medioambientalistas en donde dejemos a un lado la individualidad y
convoquemos participaciones y asociaciones en un mundo interdisciplinar estableciendo redes de reflexión y
estructuración para poder tener un impacto importante en nuestra sociedad.
viernes, 3 de abril de 2020
LA IMAGEN EN LA PINTURA
LA IMAGEN
San Jorge matando al
dragón, de Paulo Ucello. La imagen de una composición puede ser, a veces,
una interpretación de la realidad.
Una imagen es la
representación gráfica o espacial de algún elemento de la realidad objetiva, o
bien de conceptos abstractos, como ideas y sentimientos. En el arte, la imagen
es el medio de expresión que utiliza el lenguaje plástico-visual para transmitir
el mensaje.
Para que las
imágenes sean interpretadas de forma adecuada es necesario tener en cuenta que
no se tratan de la realidad misma, sino de una representación de ésta. Las
imágenes se presentan de modos muy diversos y pueden ser realistas, abstractas,
esquemáticas o deformadas, entre otras diversas apariencias. La elección de un
modo u otro condicionará en gran medida la expresividad de la imagen: su
efectividad a la hora de comunicar un mensaje, que tiene mucho que ver con la
precisión con la que la imagen emula la realidad. Se puede establecer una
clasificación de la relación imagen-realidad, yendo de mayor a menor proximidad
entre ambas:
Imitación. Cuando existe una correspondencia directa e inequívoca entre
la imagen y su correspondiente en la realidad.
Evocación. La imagen no guarda una correspondencia directa con la
realidad que representa, pero ambas cuentan con cierta similitud.
Asociación
conceptual. La imagen no representa directamente un elemento
de la realidad, sino otro relacionado con éste de algún modo.
Simbolismo
arbitrario. En este tipo, no existe una relación establecida
entre la imagen y la parte de la realidad que representa sino que dicha
conexión depende del emisor (artista) o del receptor.
De esta forma, si el
pintor decide buscar una relación de imitación en su cuadro, es probable que el
receptor entienda perfectamente lo que el artista quiso hacer. Por el
contrario, las relaciones simbólicas tienden a provocar que cada receptor añada
un significado a la imagen, a veces, totalmente contrario a lo que el artista
deseó.
Por otra parte, la
fidelidad de la recepción del mensaje dependerá en gran medida de diversos
aspectos como la sensibilidad que compartan el emisor y el receptor, su
experiencia o la formación cultural de ambos. Cuando el maestro escultor talló
los relieves de la iglesia románica, elegía unas imágenes que era perfectamente
comprensibles para los espectadores; el visitante moderno, sin embargo, puede
entender el mensaje formal pero quizá no el simbólico: para él, San
Jorge matando al dragón no será más que una imagen mitológica y no un
símbolo de la Iglesia venciendo a la herejía.
Elementos básicos de
la imagen
Una vez que el
mensaje visual ha sido emitido y ha llegado al receptor, éste llevará a cabo
dos procesos diferentes pero directamente relacionados: la percepción y la
observación. Por percepción se entiende la primera sensación que una imagen
produce en el receptor: la impresión causada por las formas, los colores y el
modo en que éstos se encuentran distribuidos. A continuación se efectúa la
observación, consistente en un estudio más detallado de la imagen a fin de
dilucidar la relación que existe entre su significante y su significado.
La observación se
descompone a su vez en dos tipos muy diferentes: la analítica y la funcional.
Mediante la primera, el receptor identifica y reconoce las distintas formas que
componen la imagen. Por otro lado, sirviéndose de la observación funcional, lo
que hace el receptor es relacionar dichas formas con su función y significado.
La forma
La
catedral, escultura de Auguste Rodin.
La forma es un
elemento de gran importancia tanto en la percepción de imágenes como a la hora
de diferenciar entre la figura y el fondo. También constituyen la base del
proceso de observación analítica por lo que para comprender el lenguaje
plástico-visual es necesario estudiar las cualidades que las caracterizan:
tamaño, configuración, posición, materia, textura y acabado.
Las formas que son
familiares destacan más que aquellas que no son fácilmente identificables, como
se aprecia en este ejemplo.
Todas estas
características aportan información sobre el elemento representado y, por
tanto, facilitan la labor del receptor a la hora de interpretar el mensaje.
Así, la monumentalidad de La catedral de Auguste Rodin (1840-1917) viene
dada por el gran tamaño de las manos que forman la escultura mientras que la
técnica del collage en la pintura aportó una tridimensionalidad y cercanía al
espectador que, hasta entonces, sólo se podía conseguir mediante el uso de
técnicas como la perspectiva o el uso de luces y sombras. Incluso en
composiciones planas como pueden ser las pictóricas, la aplicación de texturas
distintas a las que el receptor podría esperar dotan de nuevos significados a
las imágenes o recalcan con más fuerza la idea principal (como por ejemplo
ocurre en numerosos cuadros de René Magritte , 1898-1967).
La figura y el fondo
Uno de los puntos en
común que los humanos comparten cuando se enfrentan a una imagen es que, entre
las diferentes formas que la componen, se percibe antes la que más se diferencia
de las demás por su tamaño, color o posición; es decir, por sus características
intrínsecas. Basándose en esto, se conoce como figura a la forma que más capta
la atención del espectador, pasando el resto de formas a quedar incluidas en lo
que se considera como el fondo.
La arquitectura hace
uso de los principios de proximidad, semejanza y continuidad para dotar de
equilibrio a las fachadas de los edificios.
Existen diferentes
reglas generales relacionadas con la figura y el fondo, todas ellas de gran
importancia a la hora de componer una imagen. Por ejemplo, la figura y el fondo
no se pueden apreciar simultáneamente; la atención siempre se centra en uno o
en otro. Además, cuando una luz intensa ilumina una de las formas que componen
una imagen, la hace destacar, la separa del resto y, en definitiva, la
convierte en figura. Por otro lado, entre varias formas diferentes, se percibe
más fácil y rápidamente aquélla cuya configuración sea más simple, como por
ejemplo un círculo o un cuadrado, o aquellas que resultan más familiares para
el receptor. Una imagen que represente algo reconocible, próximo a la
experiencia personal, se percibe antes que, por ejemplo, una forma abstracta.
Efectos visuales
Ya se han mencionado
algunas de las reglas que ayudan al ser humano a percibir una imagen, apreciar
sus formas y diferenciar entre figuras y fondo. Sin embargo, cuando las
imágenes son empleadas para la comunicación de mensajes, a menudo hay que
recurrir a una serie de trucos que potencien aún más la percepción y, por
tanto, la adecuada comunicación del mensaje visual. Algunos de estos trucos,
conocidos como efectos visuales, son la proximidad, la semejanza y la
continuidad. Con la primera de ellas, las formas que se encuentran más próximas
entre sí, se visualizan juntas y como parte de una misma figura. Algo parecido
ocurre cuando dos formas distintas guardan cierta semejanza entre ellas.
Finalmente, gracias a la continuidad, las formas que se orientan en la misma
dirección se perciben también como una misma figura.
La
invasión de las imágenes
¿Te has parado a pensar alguna vez en la gran cantidad y variedad de
imágenes que vemos todos los días? Están en todas partes: en nuestra casa, en
la calle, en los periódicos y revistas, en el colegio, en las tiendas, hasta en
los teléfonos. Una de las razones de esta presencia tan abundante es
que recientemente se han inventado y desarrollado muchas técnicas e
instrumentos para realizar y transmitir imágenes. Desde la
Prehistoria se pinta y se dibuja, pero solo en los dos últimos siglos se han
inventado la fotografía, el cine, la televisión, el video, la fotocopiadora, el
fax, el ordenador, el CD, el DVD, etc. Otra razón es que, en la
actualidad, las imágenes se usan para muchas cosas, han alcanzado una gran
importancia como medios de expresión y de comunicación.
¿Para
qué sirven las imágenes?
Las imágenes sirven para informar
Ya sabemos que con imágenes podemos contar lo que hemos hecho en
vacaciones. También los periódicos, las revistas y los programas informativos
de televisión nos cuentan las noticias con imágenes. Las señales de tráfico
informan de cómo debe circularse; los planos, de la situación de las calles en
una ciudad; los mapas, de la localización de ciudades y pueblos en un país. Con
los carteles, se avisa de la celebración de todo tipo de actos y
acontecimientos.
Las
imágenes sirven para distinguir y reconocer
Con las banderas y los escudos, se reconocía la nacionalidad de los barcos
en alta mar, o a los compañeros de armas y a los enemigos en plena batalla. En
la Antigüedad, los comerciantes griegos y romanos colgaban de un clavo o de un
palo, encima de las puertas de sus tiendas, una muestra del producto que
vendían. En la Edad Media, se ponía una imagen de los productos, pintada y
recortada en una gran chapa de hierro. Y los artesanos de la época tenían una
enseña para diferenciar a los de cada oficio.
En la actualidad, los comercios de nuestras ciudades compiten con sus
escaparates y letreros para distinguir-se de los demás, llamar nuestra atención
y que se reconozcan con rapidez. Y muchas empresas y organismos disponen de una
imagen de formas sencillas y colores llamativos que ponen en sus productos para
que podamos reconocerlos y distinguirlos con facilidad entre los demás. Estas
imágenes se llaman logotipos y son la firma o marca de identidad de una
empresa.
Las imágenes sirven para comunicar y vender
La publicidad pretende comunicar como es un producto y, sobre todo,
presentarlo de la manera más agradable e interesante para que se venda lo mejor
posible.
Pero te has fijado en que, en la mayoría de los anuncios publicitarios, la
imagen tiene un tamaño mayor que el texto. Incluso no es difícil encontrar
anuncios casi sin palabras. Eso quiere decir que los publicistas saben que las
imágenes influyen bastante en nuestras decisiones para comprar o no y sobre lo
que compramos.
Las imágenes sirven para aprender y conocer
Los libros de texto que utilizas están llenos de imágenes (fotografías,
gráficos, ilustraciones, etc.), los de tus padres no tenían tantas y, en los de
tus abuelos, casi no existían. Las imágenes ayudan a explicar y a entender
algunas cosas con más facilidad y rapidez que las palabras.
Además, gracias a las imágenes vemos acontecimientos como la llegada del
ser humano a la Luna, o sabemos cómo son y cómo viven los animales salvajes, o
personas muy alejadas de nosotros.
Y gracias a las imágenes que conservamos del pasado (dibujos, grabados,
pinturas, fotografías, artesanía, arquitectura) podemos conocer también como
era la vida en épocas anteriores a la nuestra.
Las imágenes sirven para entretenernos y divertirnos
Las imágenes son también, y cada vez más, un medio de ocupar el tiempo de
ocio, un medio de entretenimiento y de diversión: comics, películas de cine o
de dibujos animados, videojuegos, etc. Coleccionar imágenes también nos puede
hacer pasar buenos ratos: sellos, cromos, postales, carteles, fotografías,
artesanía, maquetas...; o ver la televisión, ya que la mayoría de los programas
(salvo los informativos) son de entretenimiento.
En algunas celebraciones populares, las imágenes tienen un papel esencial,
como las máscaras y los disfraces en Carnaval; los gigantes y
cabezudos en muchas fiestas tradicionales.
Las imágenes sirven para expresarte y disfrutar
Con las imágenes, los artistas, publicistas, diseñadores, etc., expresan
ideas, sentimientos, conceptos... Lo mismo te ocurre a ti cuando, por ejemplo,
en vacaciones has hecho una fotografía de un lugar o un momento que te gusto
especialmente; con esta imagen, expresaras la alegría de una reunión de amigos
o la belleza del lugar que visitaste. Luego podrás enmarcarla y colgarla en una
pared, o ponerla sobre un mueble. La agradable sensación que produce mirarla se
repetirá cuando quieras.
Con esta misma intención ponemos en nuestras casas cuadros, carteles,
ilustraciones, esculturas, objetos de artesanía, etc. También en los espacios
públicos o abiertos se colocan imágenes con la única intención de poder
admirarlas y contemplarlas.
De cualquier imagen, sea cual sea su función, podemos decir si nos gusta o
no; podemos disfrutar con su contemplación. Puede atraer-nos por sus trazos,
por su colorido o por sus formas, por la expresión de una cara o de una figura,
o por los materiales con los que está realizada.
FINALIDAD
DE LAS IMAGENES
Se puede establecer una clasificación básica que ordena las imágenes según
su finalidad sea informativa, exhortativa, recreativa o estética.
Finalidad informativa
Las imágenes son un medio idóneo para informar de manera clara y directa.
Las imágenes informativas tratan de identificar a personas o grupos; indicar
acciones, direcciones o espacios; describir hechos o situaciones, o comunicar
noticias.
Las imágenes identificativas expresan o simbolizan la filosofía de una
empresa, o de un particular con la finalidad de ser reconocidos y distinguidos
de otros. Por ejemplo, los logotipos, las marcas y las imágenes de banderas.
Las imágenes indicativas pretenden mostrar algo a través de signos o
señales. Por ejemplo, los pictogramas que nos indican direcciones para seguir,
o espacios concretos.
Las imágenes descriptivas definen lugares, o figuras, explicando sus
distintas partes o cualidades, generalmente mediante un diseño simplificado.
Los dibujos científicos de formas naturales, los diseños de edificios u
objetos, los esquemas y mapas son imágenes descriptivas.
Las imágenes noticia son imágenes de prensa que acompañan a los textos
informativos y a los carteles anunciadores de eventos como el que ves en la
fotografía
Finalidad exhortativa
Este grupo de imágenes trata de convencer al receptor para que haga lo que
propone el mensaje. Se utilizan fundamentalmente en el campo de la publicidad,
que debe mantener el interés de los consumido-res por un producto durante
largos periodos de tiempo.
Finalidades recreativa y estética
Las imágenes recreativas tienen como principal objetivo entretener, y las
imágenes estéticas despertar la admiración y la capacidad de disfrutar con la
belleza.
EL ARTE
Qué es el Arte?
La filosofía del arte no es lo mismo que la estética, aunque cuando
se hable de la primera se involucrará directamente a la segunda, y cuando sea a
la inversa no necesariamente se dirija a la primera. La estética, inaugurada y
bautizada por Baumgarten en 1735, es una rama o teoría que se desenvuelve del
pensamiento filosófico y tiende a estudiar las cosas en cuanto a su aparecer,
que entiende a su tarea central como el pensar lo que aparece en tanto que
aparece. Por su lado, la filosofía del arte es de hecho más antigua y puede
rastrearse en muchos grandes pensadores que no hubiéramos pensado con facilidad
ya que estos consideraban a las artes como prácticas de nivel inferior con
respecto al pensamiento.
Sin embargo, es justamente esa problematización lo que hizo nacer a esta
especialidad de la “ciencia madre” y posteriormente distinguirse de la estética
como disciplina consagrada a las formas de la sensibilidad vinculadas de manera
estricta al arte; contrario a los fines de la estética, que no toma en consideración
sólo al arte sino a cualquier otra operación sobre la sensibilidad o la
experiencia sensible en sí. Justamente, para leer sobre arte y entender las
diversas aristas que éste tiene en la vida humana, se debe partir de este
entendimiento –bastante claro, a decir verdad– y entonces, ahora sí, pasar a
los autores expertos que pueden hablarnos sobre la experiencia del arte.
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Platón
«Puesto que no comprendes el vuelo de mi pensamiento, es preciso tratar de
explicártelo. Por la belleza de las figuras no entiendo lo que muchos imaginan,
por ejemplo cuerpos hermosos, bellas pinturas, sino que entiendo por aquella,
lo que es recto y circular, y las obras de este género, planas y sólidas
trabajadas a torno, ¿así las hechas con regla y con escuadra concibes mi
pensamiento? Porque sostengo que estas figuras no son, como las otras, bellas
por comparación, sino que son siempre bellas en sí por su naturaleza: y que
procuran ciertos placeres que le son propios y no tiene nada en común con los
placeres producidos por los estímulos carnales. Otro tanto digo de los colores
bellos, que tienen una belleza del mismo género, y de los placeres que le son
afectos».
Aristóteles
Friedrich Schiller
Hegel
José Ortega y Gasset
Gaston Bachelard
Gilbert Lascault
Uno de los personajes clave en la década de los 60 para la enunciación
primigenia del arte contemporáneo; su trabajo ha sido retomado una y otra vez
por los expertos para tratar los temas centrales de la práctica artística
occidental, sus diversos soportes y sus múltiples conexiones con la política,
la violencia o el mercado.
Arthur Danto
«Desde el principio lo que despertó mi interés por la Caja Brillo no sólo
fue qué la convertía en arte, sino cómo era posible que, siendo una obra de
arte, los objetos exactamente iguales a ella, esto es el conjunto de envases
diseñados para contener esponjas Brillo, no lo fueran».
Yves Michaud
«El museo, en la forma según la cual fue la referencia de la estética y de
la historia del arte, ya no existe. La institución museística se ha dispersado
y se ha difuminado. El museo de las obras maestras ha desaparecido o, mejor
dicho, en realidad los museos están pletóricos de obras maestras. Las
catedrales de la creación se han multiplicado hasta tal punto que ya no pueden
pretender alojar los tesoros únicos del arte. El museo se mantiene como un
lugar de culto, pero lo hace en el mismo sentido en el que las catedrales
también lo son: el recuerdo de lo antiguo atrae a muchedumbres de turistas, y
ya no a creyentes».
Bartomeau Marí Ribas
Lleno de escándalos de tinte más burocrático que académico, este filósofo
contemporáneo ha dirigido por varios años el MACBA en Barcelona, museo pionero
en el mundo en tanto institución que alberga y vincula a la población con las
nuevas disciplinas, las experimentaciones de la época y las discusiones que
ambas generan. Además de sus aportaciones discursivas, su labor se distingue
como la de un dirigente que involucra a la reflexión con el funcionamiento
fáctico del sistema.
-
A partir de las frases anteriores y retomándolas hacia distintas obras, especialmente aquellas que pertenecieron al contexto histórico en que estos autores desempeñaron su profesión humanista, podemos ser capaces de advertir lo que es el arte y cómo funciona éste desde las trincheras filosóficas. Por ejemplo, en Platón y Aristóteles cabe rescatar a esas artesanías que todavía no se separaban del llamado "gran arte" y carecían de prestigio ante la población; incluso sería pertinente pensar a la escultura y problematizar su carácter arquitectónico mas no como lo que vemos hoy. Después, desde Hegel hasta la filosofía un tanto más analítica de Arthur Danto, resaltan las ideas en torno a una belleza artificial que sobrepasa a cualquiera natural y su entonces capacidad de reconocimiento/indiscernibilidad llegada la segunda mitad del siglo XX. Así, finalmente, para estudiar con Michaud y Marí los papeles del entretenimiento, los cruces interdisciplinarios y los conflictos contemporáneos alrededor de las prácticas actuales.
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A partir de las frases anteriores y retomándolas hacia distintas obras, especialmente aquellas que pertenecieron al contexto histórico en que estos autores desempeñaron su profesión humanista, podemos ser capaces de advertir lo que es el arte y cómo funciona éste desde las trincheras filosóficas. Por ejemplo, en Platón y Aristóteles cabe rescatar a esas artesanías que todavía no se separaban del llamado "gran arte" y carecían de prestigio ante la población; incluso sería pertinente pensar a la escultura y problematizar su carácter arquitectónico mas no como lo que vemos hoy. Después, desde Hegel hasta la filosofía un tanto más analítica de Arthur Danto, resaltan las ideas en torno a una belleza artificial que sobrepasa a cualquiera natural y su entonces capacidad de reconocimiento/indiscernibilidad llegada la segunda mitad del siglo XX. Así, finalmente, para estudiar con Michaud y Marí los papeles del entretenimiento, los cruces interdisciplinarios y los conflictos contemporáneos alrededor de las prácticas actuales.
. Hablar
sobre crítica de arte es tan difícil como
hacerla. Quizá más. Todos hemos mencionado o admirado en algún momento la labor
crítica de algún autor o pensador, por lo menos aquellos que nos interesamos
en el arte y sus procesos; sin embargo, pocas veces se ha
entendido con exactitud sus funciones o pensado en su verdadero alcance. De
hecho, la mayor de las ocasiones se ha confundido su relevancia o perdido de
vista su empleo aceptando, entonces, a cualquier columna como si fuera la mayor
de las críticas posibles. Cierto es que, como habíamos dicho, este tipo de
textos que giran en torno al mundo del arte se han caracterizado por una
identidad dudosa o una acción nublada en los últimos años, cambiando sus
estructuras y finalidades con base en los cambios mismos de las prácticas
artísticas y, así, resultando en juicios difíciles de identificar e incluso
complicados de seguir. Por lo tanto, vale preguntar qué es lo que se dice
cuando hablamos de crítica de arte y para qué lo decimos en todo sentido.
Podemos, en un primer intento, observar que la crítica es, más allá de la emisión univocista de un juicio, un ensayo que pretende generar una comprensión más compleja sobre lo que se presenta en las producciones, instituciones y nombres del arte. Esto, claro está, siendo atentos a las transformaciones que el arte ha experimentado desde los años 80; al respecto, podemos revisar la opinión de Benjamin Buchloh –importante crítico internacional y catedrático en Harvard–, quien acertadamente admite que finalizadas las décadas de los 60 y 70, las reglas del mercado comenzaron una determinación en las artes de la que no se ha podido escapar y que ha sobrepasado el impacto de la crítica misma.
De acuerdo a la opinión del experto, en
conjunto con el parecer de James Elkins –historiador y crítico–, la crítica ha
perdido totalmente su función; en contraposición, los historiadores enseñan y
construyen memoria histórica, pero ¿y los críticos? Ellos están envueltos en el
mercado más que nunca, pero no tienen influencia en él, nadie sabe cómo enseñar
crítica, su relevancia es sombría, hay críticas que no critican nada y es
una práctica que se realiza en todo el mundo, pero casi nadie la lee.
Entonces, ¿para qué y desde dónde la crítica?
Pareciendo una torre de Babel que no sabe de subidas o bajadas, a ello le podemos sumar una sociedad que se ha hecho más letrada en esto o quizá no, pero gusta de emitir sus propios juicios basándose en sus experiencias como espectador, y la figura de un especialista se ha difuminado. Por ningún lado podríamos decir que esto es malo, pero sí en ciertos casos contraproducentes, sobre todo cuando la decisión de importancia en un objeto recae en el marketing. La crítica, por más caduca que parezca, no es simplemente escribir, es notar y obviar lo que sucede a nuestro alrededor.
Así, atendiendo a urgencias del mismo mundo del arte y considerando importante la opinión de algún diestro, en un intento por conservar estructuras de diálogo y referencia para el seguimiento de prácticas que son y deben ser tanto desestabilizadas como experimentadas, aún contamos con determinadas personalidades de la crítica para incrementar nuestro entendimiento en torno a la producción artística, el momento histórico que nos atraviesa y los organismos que la regulan (o no).
Si acaso nos ha llegado a seducir la idea de que la crítica está muerta, es porque no prestamos atención a las condiciones de producción en el arte, sus legitimaciones, la falta de proyectos políticos claros y las múltiples imposiciones de ideas, nulificando debates. Y eso, a final de cuentas, es por no leer crítica
RAZONES POR LAS QUE VER ARTE CONTEMPORANEO
TODAVÍA NOS CUESTA TRABAJO.
Ya no hablemos en términos de entendimiento,
sino de apreciación y vivencia con respecto al arte contemporáneo; el público no se prepara para
experimentarlo ni presta un poco de su disposición para un primer contacto.
Todos los días vemos correr publicaciones en Facebook o demás redes sociales
que arrojan una gran cantidad de aseveraciones superfluas y mofas torpes como
un mecanismo de defensa bastante peculiar, aunque de fácil quiebre. Es más
fácil para el público levantar un muro de burlas y dudas ante aquello que no entiende
que abrir los ojos prestando atención
En la imaginación pública y en el grueso de las instituciones culturales del
mundo, se tiene la idea de que el arte contemporáneo comenzó con los procesos
de los años 60 y 70, uniendo con simpleza formas, historias, artistas y medios
que de hecho no tienen por qué relacionarse. En uno de los puntos más
dolorosos, se sigue pensando que el arte de nuestra era, esa práctica que clama
por un aquí y un ahora extremos, es equiparable al arte conceptual o encuentra
otra de sus menciones en el llamado “abstraccionismo”. Términos que han caído
en la vaguedad por falta de vinculación a los nuevos medios.
Se piensa constantemente que el arte contemporáneo es elitista y críptico, cuando en realidad es una cultura comercial de masas cuyas ramificaciones sociales son mucho más amplias de lo que solemos esperar. Lo que pasa es que, al momento de acercarse al arte, el público en general espera una significación similar a la que existía en el siglo XIX y eso simplemente no va a suceder; la contemporaneidad del arte es un campo de prácticas que dan oportunidad de expresión a lo que en otros ámbitos o circunstancias no sería escuchado, investigado, criticado o vivido.
Para aproximarse al arte contemporáneo, como a cualquier otro campo cultural, se requiere de una posición flexible, crítica, abierta, sin predisposiciones y sin la intención de que alguien marque los parámetros para su entendimiento. En consecuencia, si sigue costando trabajo ver y sentir este tipo de arte es porque no se logran superar los siguientes obstáculos:
-
Se cree, muy a la Avelina Lésper, que las
artes actuales pertenecen a la burguesía, a un sistema in y que los principales
agentes de éstas son artistas VIP (términos utilizados por la escandalosa y
engañosa polemista mexicana). Declaraciones infantiles y banales; como si nos
quejáramos de no haber sido invitados a la fiesta de los “chicos populares”.
Suele pensarse que lo conceptual, lo
abstracto y lo contemporáneo son equiparables y que todo lo producido
actualmente en las artes obedece a ese macrocobijo de la idea. Más allá de
ésta, la obra se cae y pierde sentido según quienes apoyan esta percepción.
Se sigue apelando a cánones de gusto,
mediocridad, gran arte, talento, don, disciplina, técnica y una gran lista de
términos caducos.
El espectador engloba todo lo que no
comprende o reflexiona en una sola categoría (arte contemporáneo) y a partir de
una obra específica, suele descalificar la creación universal de dicho ramo.
Pensar que el arte y el mercado son dos
mundos completamente distintos pero que al momento de problematizarse se pueden
conjugar en un único conflicto es costumbre de alguien que no concibe la idea
de una práctica artística en concordancia con un sistema económico.
Se supone con demasiada frecuencia que el
arte no necesitaría explicación (nunca) y entonces, las producciones
contemporáneas en esa supuesta necesidad son más complejas. Una completa
mentira; hay momentos en que una pintura renacentista, por ejemplo, requiere un
análisis mayor en comparación a una actual.
Suele pretenderse que arte sólo hay uno:
puro, inalterable, bello, riguroso, técnico, genial, etcétera.
Se tiene la idea de que todo en el mundo del
arte contemporáneo se mide con los mismos estándares y valores inamovibles;
entonces, todos los artistas exentan procesos de selección o criticas fuertes.
El problema es que fantasmas del siglo XVIII
o XIX en compañía de las sombras vanguardistas de la modernidad no nos dejan
avanzar tan rápido como esperaríamos; el público sigue esperando un diálogo en
la forma cálida y habitual que se acostumbraba.
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